a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _


domingo, 28 de diciembre de 2008

Santísima Trinidad y el símbolo en el simbologismo


Dios es el que es y es Amor. Dios es su Espíritu y el espíritu del Padre es el Santo y el espíritu del Hijo es el Santo, el mismo.

Sabemos por Revelación que en Dios, siendo Él único, hay tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y así se nos representa a la mente: tres personas, tres objetos, tres elementos, como tres algos. Y así tenemos una concepción estática de Dios: un señor mayor, uno más joven y una paloma resplandeciente.
Si además reforzamos la elucubración con eso del motor inmóvil, causa incausada y perfección de todas las perfecciones en grado sumo, menudo Dios se nos queda.

Dios es dinamicidad. En Dios todo es dinámico salvo la dinamicidad que es constante y sempiterna. El motor inmóvil tiene que ser movimiento, sino no puede causar algo de su misma especie. De ahí que en la consideración del acto puro del ipse esse subsistens se siente que las redes neuronales revientan y llega la demencia: no podemos ser así. Nos puede embargar la melancolía de pensar lo lejos que estamos de la verdad y la depresión de la imposibilidad utópica.

El espíritu del Padre es la Paternidad. El espíritu del Hijo es la Filiación. Es espíritu del Espíritu Santo es el Amor, la relación: el espíritu de la Paternidad es el Amor; el espíritu de la Filiación es el Amor.
Las personas divinas son las procesiones intra-trinitarias. Por tanto, se puede decir que las personas divinas no existen: las personas divinas, tal como se nos representan en la mente, no existen.

También se puede decir que la aspiración humanista de la igualdad de todos los hombres apunta a lo mismo que la utopía de la anarquía filosófica. Entendiendo esa "arquía" como algo de obra humana, como es toda Ley tal como la concebimos los hombres.
Así el símbolo de Dios no es un triángulo o el pico de la pirámide y mucho menos con un ojo dentro.
El símbolo que más se acerca a lo que Dios es y debe representar es un pentagrama musical.

Luego es verdad, en este sentido, que, al igual que las personas divinas no existen en cuanto que no las podemos concebir sino como objetos mentales, Dios no existe. Para acceder a Dios hay que superar el límite mental que tal objeto nos marca.
Dios a través de satánicos y proscritos por nuestra cultura y religión nos lo ha estado diciendo. Y también a través de poetas y místicos... y de gente sencilla (no confundir con una persona simple que es la meramente iniciada en lo académico, en el conocimiento, la reducida a tal espejuelo).

La Realidad no es piramidal y Dios es musical (ni siquiera circular).

2 comentarios:

  1. Iba a decir que te explicas muy bien, pero por definición, lo inefable no se deja meter en palabras ni en conceptos.
    El hoyito en la arena del santo obispo o la famosa constatación del Tao.

    Me lo he releido unas cuantas veces, creo que me lo copiaré en un papelillo para releerlo en la barra de bar que me hace de pared zen y celda monastica.

    Y despues te contesto o no.

    Pero para mí que sí, que por ahí van los tiros.

    La música enmarcada en un orden que fluye y se relaciona, y que no es suelta-aislada sino en movimiento-relación.
    Una bonita imagen, aunque lo del pentagrama se queda corto.

    Una anecdota sobre Dios y Musica.
    Siempre me ha sorprendido la incapacidad de muchos religiosos de comprender que la musica puede ser / es sagrada.
    Y la naturalidad con que lo comprenden y/o sienten tantas tradiciones religiosas.
    De misticos, de "simples", de "supersticiosos"..., lo mismo en el islam que en el cristianismo, supongo que con menos problemas en otras tradiciones como las indias.

    Hay un algo en nuestras estructuras mentales y neuronales que relaciona la musica con los sentimientos y la aprehension de l Lo-Más-Grande.

    Se de un guitarrista muy bueno que se convirtió al islam. Sus nuevos correligionarios estaban convencidos de que el pentagrama y la musica eran satanicos, para alejar de Dios.
    El tipo quería a Dios porque lo había entendido como ese pentagrama del que hablas...

    ResponderEliminar
  2. Creo que en un momento del post puede dar a entender lo contrario de lo que quería expresar.

    Ya me dirás si está bien expresado. Tiendo a escribir rápido y "compactado".

    Hablando de artes, a veces hago el "juego" de ponerme en el lugar del artista. Lo que más me causan admiración son los compositores. Aunque de la pintura procuro disfrutar con más frecuencia.

    ResponderEliminar