a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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viernes, 15 de agosto de 2014

La antropología del Génesis

 
Seguramente sea muy atrevido por llamar al contenido de este post "antropología", pero bueno, por lo menos se habla del Hombre, varón y mujer. Es una interpretación de ese periodo al trasluz de lo escrito de nuestra naturaleza dañada.


En tal estado originario la Razón no estaba fracturada. El hombre era amor 100%. Conectaba de corazón a corazón, de ser a ser. Todavía no había hecho su aparición el yo falso. El yo observador/consciente no hacía falta, no era necesaria su función: todo era bien, no había que estar en vela. No tenía que venir el ladrón, del cual ahora no sabemos el día ni la hora en que vendrá. Tampoco esperar al esposo y estar, como las vírgenes prudentes, con el candil encendido.

El hombre (varón y mujer) dio nombre a todos los animales del campo y a las aves. La relaciones con todos los seres era perfecta. La relación de Corazón a Corazón hace que los dos Corazones sean uno. Se da el Conocimiento de el otro (sean animales, personas,...). Dar nombre es nombrar su verdadera esencia; no es algo arbitrario o nominalista.

En medio del Jardín habían dos "árboles" muy particulares: el árbol de la Vida y el de la Ciencia del Bien y del Mal.
Tenían ambos vida eterna y Dios les da el árbol de la Vida. Parece que Dios les dio algo para comérselo a Él.
Pero no podían saber la Ciencia del Bien y del Mal... por libre elección. El varón y la mujer ejercían su libertad fundamental de no conocer tal ciencia por su decisión. No tenían ningún problema con ello y seguir en unidad interna, unidos a Dios y unidos a toda la Creación: amando que es lo que da felicidad, amando libremente.

Hasta que tuvo que llegar la prueba. Aparece el ejercicio de la libertad de opción que, al ser opciones que no están al mismo nivel, es una trampa a sortear. Una disyuntiva moral que en principio no deberían tener mayor problemas.
La prueba llega de manos de un ángel caído/dañado (una persona angelical) y se dirige a la mujer (es de suponer que la sicología diferencial ya se daba, siendo la mujer más empática). Apunta al supuesto falso yo como si ella ya estuviese en ese estado dañado/caído. El diablo, sin dignidad ni Corazón, no puede ponerse al nivel de la mujer.
Ella debería haberse percatado de que todo era hermoso y bello excepto ese ángel, como siendo un poco raro sin encajar en la Realidad. Parece que no reconoció su corazón negro ni su esencia. La relación con un demonio no es bidireccional: no ama solo quiere ser amado. La mujer en su estado de perfección con capacidad de conocimiento directo, lo ve y no hecha a correr (es de suponer por esa unidireccionalidad).
Le siguió la corriente y... ahí rebajó su dignidad. El ángel ya tenía el campo abonado.


La relación de ella con el "árbol" estaba dañada: lo miró con distanciamiento, dejó de conocer la esencia y reparó en las apetencias inmediatas, como hace el falso yo.

El ángel no le dijo ninguna mentira. Fue la mujer quien se confundió (pensó en la sabiduría) y... conoció la Ciencia del Bien y del Mal. Aunque parece que todavía no es muy consciente.

El varón también conoció esa Ciencia y fue cuando ellos, dado el mismo estado caído en ambos, fueron conscientes. Ya no conocían las esencias, sino sus apetencias. Efectivamente, el yo observador/consciente aparece en su interior y conoce el Bien por un lado y el Mal por otro: su fractura interior y lo que quedaba del Corazón.

De facto ya estaban fuera del Paraíso.

Nos queda un último detalle. Como sabemos, por decisión propia o por dejarse seducir, el yo falso hizo su aparición y no puede unirse al yo verdadero. Primero porque en su deriva está perdida, sin norte. Segundo porque al ser falso ese yo, solo tiene que esfumarse cuando se dé Vida al Corazón, al yo interior-verdadero.

En tal estado, no deberían comer del "árbol" de la Vida, no pueden comer a Dios. Él coloca a "querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida" (Gn 3, 24).
 

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