a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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lunes, 26 de enero de 2009

La nube del no saber │ cap. 08 (3 de 3)


Todo lo que el hombre realiza en la parte inferior de la vida activa se encuentra de manera necesaria fuera de él o, por así decirlo, por debajo de él. En la parte inferior -la parte superior de la vida contemplativa-, la actividad del hombre es interior; está dentro de él y, por así decirlo, situada a su nivel. En la parte superior de la vida contemplativa, el hombre logra situarse por encima de sí mismo y no es inferior a nadie, salvo a Dios. Sin duda está por encima de sí mismo, pues su propósito deliberado es ganar mediante la gracia aquello que no puede alcanzar por naturaleza, esto es, la unión espiritual con Dios, ser uno con Él en voluntad y amor.

A mi entender, así como nadie puede poner en práctica la parte superior de la vida activa sin dejar a un lado por un tiempo la parte inferior, tampoco es posible acceder a la parte superior de la vida contemplativa sin dejar a un lado la parte inferior. De manera similar, así como sería impropio y constituiría un obstáculo que el hombre ocupado en la meditación se dedicara a considerar sus "obras externas" -lo que ha hecho o debería hacer, por muy santo que pueda ser-, también resultaría impropio y constituiría un obstáculo que quien debiera estar trabajando en esta divina oscuridad, en el interior de esta nube del no saber cuyo amor nos mueve hacia Dios mismo, permitiera que cualquier meditación o pensamiento sobre los maravillosos regalos de Dios, su bondad o cualquier cosa que Él haya creado, ya sea material o espiritual, se interpusiera entre él y Dios, por muy placenteros e inspiradores que tales pensamientos pudieran ser.

Es por esta razón que te pido que suprimas tales pensamientos insidiosos y los cubras con la espesa nube del olvido, aún cuando sean santos y prometedores para alcanzar tus fines. Sólo el amor es capaz de alcanzar a Dios mismo, incluso en esta vida, mas no el conocimiento. Mientras el alma habite un cuerpo corruptible, la claridad de nuestra comprensión espiritual de Dios, se verá afectada por una especie de distorsión, una distorsión que ocasiona que nuestras obras sean imperfectas, fuente de no pocos errores, y que dejen a un lado la maravillosa gracia de Dios.

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