a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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lunes, 12 de enero de 2009

El método ateísta ateo, el método teísta ateo


El método filosófico no es el método científico, siendo la filosofía una ciencia. La filosofía enraíza en la realidad, pero la ciencia si se tiene en cuenta es tan solo un interlocutor.
Al igual que les ocurre a los científicos con la filosofía, les pasa a los ateos con Dios: erran el método. Que quizás el método adecuado es el no-método, pues todo método es específico para lo que se ha concebido (se podría hablar de la causa final del método).

Así, inconscientemente, un ateo, en su concepción atea, no puede concebir nada que no sea para decir que no existe dios. Y también lo propio para un creyente.
Ya le gustaría a alguien encontrar la piedra filosofal: algo sencillo, simple y universal. Pero que esto en realidad, en la práctica, se convierte en intentos de imposición de imposturas.

Para ver a Dios, lo primero es no estar en "su lugar". Y lo segundo se trata de ver (o de hacer el ejercicio de ver) la realidad con una concepción que se le suponga, más que de ver a Dios en la realidad en cuanto que constatación evidente y objetiva.
Lo que ocurre es que aquí las redes neuronales nos juegan una mala pasada. Por lo que para que un ateo tenga que hacer el ejercicio, tiene primero que convertirse.

Pero un creyente razona así pensando que es fácil, racional y limpio. Cuando el cambio de visión supone también un cambio de sensaciones, sentimientos, emociones,...
También tengo que añadir, que los creyentes, con tanta racionalidad, nos podemos dedicar no más que ha señalar límites y fronteras, y describir abismos (que no es el del Misterio) en todas direcciones. Podemos llegar a ser pastores muy celosos!

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