La nube del no saber │ cap. 03

La tarea de la contemplación es la mejor de las tareas.


Eleva tu corazón a Dios con amor humilde y quiero decir hacia Dios mismo, no hacia lo que consigues de Él. Odia pensar en todo lo que no sea Dios mismo de manera que nada ocupe tu mente o voluntad sino Él. Intenta olvidar todas las cosas creadas y el propósito con que Él las creó, de manera que ni tus reflexiones ni tu deseo se vuelvan o vayan tras ninguna, ni en general ni en particular. Déjalas tal como son y no les prestes atención. Ésta es la tarea del alma que más agrada a Dios. Llena de alegría a todos los ángeles y los santos, que se apresuran a ayudarte con todas sus fuerzas. En cambio, los demonios se enfurecen cuando así obras e intentan por todos los medios que fracases en la empresa. Además, ayudas maravillosamente a toda la humanidad con todo lo que haces, por caminos que escapan a tu comprensión. Sí, así es, las mismas almas del Purgatorio ven aliviado su dolor en virtud de tu trabajo. No encontrarás mejor manera de purificarte y volverte virtuoso que dedicándote a esta tarea, ya que es la más fácil de todas y puede culminarse enseguida cuando el alma se ve auxiliada por la gracia y tiene un anhelo consciente; de lo contrario, se vuelve ardua y excede tus fuerzas.

Así pues, no abandones y y aplícate hasta que consigas la posesión de este anhelo vehemente. Al principio descubres solo oscuridad, como si una nube del no saber se tratara.No sabes lo que esta nube significa, salvo que en tu voluntad sientes el firme y único propósito de alcanzar a Dios. Hagas lo que hagas, esta oscuridad y esta nube permanecen entre tú y Dios, y ambas te impiden verlo a la clara luz del entendimiento racional y sentir en tu afecto su dulcísimo amor. Resígnate a esperar en esta oscuridad tanto tiempo como sea necesario, pero continúa anhelando al que amas, ya que, si alguna vez tienes que verlo y sentirlo en esta vida, será siempre en el seno de esta nube y esta oscuridad. Y si te esfuerzas trabajando en lo que te he dicho, creo que lo lograrás con ayuda de la misericordia divina.