a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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sábado, 17 de octubre de 2009

Aquel padre... bienaventurado hijo ¿Os acordáis?







2 comentarios:

  1. Has estado colgando muchas infos y opiniones de interes.
    Lo de la hermana Teresa es acojonante; la ví en un debate hace muy pocos años y aluciné: una señora que habla bien, correcta, con entusiasmo, sin simplificar, sin sectarismo, con amor a lo Suyo, con conocimiento. Por fin gente que filosofa sin desprestigiar más el verbo filosofar. Y desde unos margenes de lo no-normalizado (¡monja!, olé sus ovarios) que solo puedo calificar de valiente, de epico, sin las tonterías que "valiente" y "epico" llevan asociadas.
    Eso, partiendo de la base de que, evidentemente, no necesito estar de acuerdo con lo que dice.

    Hoy quería haber ido a una mani contra la "patologización" de unas conductas, que podrían ser otras.

    He dejado colgadas unas cuantas citas asociadas a esta tarde; la mani, el auxilio economico y moral (auxilium y consilium, creo que se decía) a amigos y amigas presxs de avatares economicos, sanitarios y penales ( hasta han detenido a un perro )
    porque ayer me traje a mi padre del hospital.

    Ni siquiera he podido ir a buscar hierba.

    Me dicen personas catolicas que no me preocupe de lxs demas.

    Puede que la caridad sea vanidad.
    O orgullo. O costumbres.

    Jode ver como se deshacen los padres. Que se mueran, no. La muerte no es grave para el que se muere.

    Con todo esto, se me ha pasado el ir a mi cita con la Nefrologa. Cualquier día abortaré mis riñones por dejadez.

    Mi viejo me ofreció un riñón, que cabrón. Todavía no lo necesito y por supuesto no se lo cojería (¿o sí?), pero que bonito.

    Como cada dos por tres, mis excusas por el exceso del comentario. Tampoco suelo dejar comentarios en blogs.
    Y me salgo (o no) del tema.

    Te advierto que tengo ganas de comentar los anteriores, pero esperaré a estar más centrado.

    Salut, germà.

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  2. Saludos, eclesiates.
    Deseo buena mejoría para tu padre. Para lo demás, nadie somos impresindibles. Quien hace lo que puede no está obligado a más.

    Tus comentarios siempre son bien recibidos aquí, como sabes.
    Pienso lo mismo que tú a cerca de la hermana Teresa.
    Ya iremos hablando de éste y otros asuntos. No hay prisa.

    Un abraç.

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