
En la alocución del 14 de marzo de 1979.
"La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por lo tanto, no podemos menos de abandonarnos a Él, nuestro Creador y Señor, con plena y total confianza".
"La oración es, ante todo, un acto de la inteligencia y de la voluntad, un sentimiento de humildad y reconocimiento, una actitud de confianza y de abandono en Aquel que nos ha dado la vida por amor".
"La oración es un diálogo misterioso, pero real, con Dios, un diálogo de confianza y amor".
No hay comentarios:
Publicar un comentario