a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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miércoles, 26 de noviembre de 2008

En diálogo con un ateo │ 02


El ateo, no un ateo ni ese ateo. Sino, el ateo. Es posible hablar de "el ateo" sin incurrir en una falacia de falsa generalidad?
A ver, reformulo lo dicho.

En la Iglesia se dice que el ateo es ateo por su soberbia. Dado que el ateísmo (como acto humano) es un pecado, no más. Y todos los pecados son en el fondo de soberbia.
El ateísmo (como corriente de pensamiento) surge de una actitud soberbia de una época. Así como despersonalizando.

No se está hablando de estar orgulloso de ser ateo. Sin embargo, sí que podemos hablar de honestidad señalando la adscripción filosófica o existencial de cada cual. Es más, pienso que se debería de hablar de honestidad y de legitimidad.
Los ateos, mero plural de su genérico, piden demostraciones de lo que se afirma. Algo muy sensato, lógico y propio. Y tradicionalmente se dedican a desmontar, bien desmontadas generalmente, las demostraciones.
Y los creyentes vamos desmontando los desmontajes o intentar salir al paso a la próxima vez, con la inteligencia racional que no basta, con la emocional luego y con la social después.
Por eso apelar a la comprensión es aumentar la concepción de la razón unos grados más. Y ese crecimiento redunda primero en los ateos y consecuentemente en los creyentes. Pues toda esta dinámica parte de nosotros, de los que queremos afirmar.

Pero la Razón no es (en mi opinión, explicito) la razón tal como se entiende hoy comúnmente por todos o la Razón, esa diosa de la Ilustración. Y el ateo no ve solo lo que en virtud de la razón (la reducida) manifiestan los creyentes, sino también sus incoherencias, falsedades e hipocresías. Y así es muy fácil, casi automático, juzgar de soberbia a quien critica desde fuera.
Y el juzgar es lo que tiene: ciega y mutila al falso juez y al falso reo.

Para saber lo que es eso de la Fe, primero hay que saber lo que eso de la Razón. Pues sabemos y afirmamos que lo sobrenatural se asienta sobre lo natural. Y en eso de la Razón vamos todos juntos. La conversión es algo pendiente para todos. No es tan simple como que los ateos vengan a las posiciones de los creyentes (al menos mientras éstas sean las que son hasta ahora).
Los ateos nos despiertan. No para luchar contra ellos sino para cambiar en nosotros lo que no va con Dios.

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