a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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viernes, 1 de mayo de 2009

Mi Dios: era, está siendo y será.



Mi respuesta inmediata y espontánea a muchas preguntas es "No sé", "Y yo que sé", "A mi que me dices", "Ni lo sé, ni me importa", "No tengo la más remota idea", "Ni pajolera idea" o "Ni puta idea, macho". Después, si sigue la conversación, si el interlocutor no se corta o si vale la pena seguir, pues algo decimos los dos que suele ser fructífero.
Si alguien me preguntase ahora "Cómo era tu Dios?", le respondería con un "No me vengas ahora con monsergas". Pero es que ahora tengo ganas de pensar y expresar.

De niño, al pensar en Dios, se desnudaba la mente como se abre la cúpula de un telescopio espacial (sin telescopio, claro). Es verdad que Dios no estaba en ningún lado, por eso la mente no se dirigía a ningún sitio (tampoco estaba en el Cosmos) y quedaba en ese estado curioso, podría decir de algún modo.
Mi Dios era mudo. Con las oraciones que me enseñó mi madre, de las cuales recuerdo especialmente las que me enseñó para rezar en cuanto me sentara después de la Primera Comunión, y con las oraciones de un antiguo misal de mi padre, Dios me "cambiaba" cuando le hablaba con esas oraciones vocales. Es decir, mi Dios era mudo pero no era sordo. Y Dios, si oye, actúa.

En adolescencia y la primera juventud, Dios se dejó estar distante. Ya de niño y en esta etapa, hay intuiciones profundas, necesidades y deseos que nacen del centro del corazón que tarde o temprano, más bien tarde, se ven cumplidos, se ven hechos realidad. Esos deseos siempre los he considerado como buenos, no fruto de circunstancias o deseos de capricho. Puedo ver la mano de Dios en cuanto que yo no "puse de mi parte" el que se realizaran, sino que fue como el mismo discurrir de la vida y del tiempo. Y queda así la cosa: no voy a descender al lenguaje psicológico.

Y llegó el Hito de mi vida. Pueden haber uno o dos más, pero este destaca tanto entre los otros que parece que sea el Hito de mi vida. Fue el "No tengáis miedo a abrir las puertas a Cristo" y el vivir un ideal y por un ideal: el "venga a nosotros tu Reino", y el "Cristo revela al hombre el propio hombre".
Ese entusiasmo inicial, esta explosión de ilusión, este descubrimiento de mares por navegar, que sigue con un cambio a mejor de mi vida, se oscurecería años después. Pero, aún entonces, esa luz del pasado seguía y sigue iluminando el presente.
A partir de este hito, la devoción aumentó pero no sé si Dios tuvo algo que ver directamente. Es posible que mi Dios seguía mudo y se volvería sordo, pero a partir de este Hito, mi Dios empezó a mirar. Aunque mi itinerario deambulante iba indicando que "los caminos de Dios son inescrutables".

Llegué a dar la espalda a la Iglesia dentro de sus límites, border line. Fui crítico con sus miembros y sus pastores en terreno ateo, descreído y opuesto a la Iglesia.

Y entonces vi que el reino del mal es un reino dividido y mi Dios empezó a hablar y comencé a mostrarle mi interioridad. Esto ocurrió hace cinco meses y no tengo perspectiva suficiente para considerar un pasado. No me veo capaz de pensar ni de expresar cómo está siendo mi Dios en el momento presente. Solo decir que me levanta si me dejo. Ahora Dios Padre debería ser mi Padre y Dios Hijo debería ser mi Hermano, merced de Dios Espíritu Santo, el Amor.

En fin, que Dios no se deja abarcar con palabras. Podría haber dicho éstas u otras muy distintas.

Cómo será mi Dios? Pues eso. Espero que sea Padre, Hermano y soplo de Amor.

2 comentarios:

  1. Me ha parecido excelente tu artículo.
    Compartimos algunas hermandades de infancia y de adultez.

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  2. Siempre es grato ver que no somos tan singulares.
    También leí un post tuyo y también reconocí alguna identificación.

    Saludos, querida Monja.

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