a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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martes, 5 de mayo de 2009

Del "Ipse Esse Subsitens" al "Deo Trino"



Eclesiastés, tomo tu último comentario para decir algo es este nuevo post.
Has dado en el clavo en cuanto el siguiente problema que se platea después de ver las cinco vías de Sto. Tomas que están insiradas en el pensamiento arístotélico. Así lo expresas:
"Lo que quería decir es que el tiempo en el que se ha desarrollado la Creación es enormemente desproporcionado en relación al tiempo en el que ha vivido la humanidad.
Esa idea me era incomoda, porque supone un Dios "inactivo".

Pero, como dije, eso es medir el tiempo de Dios como el nuestro."

Efectivamente nos parece un Dios inactivo, inmutable. Sin embargo, bien por Filosofía (según esta corriente) vemos intervenciones de ese Ser trascendente, y sobretodo por Fe podemos ver la mano de Dios en todo o casi todo.
Hay una rama de la Filosofía que es la Teología natural cuyo objeto es Dios e investiga lo que se puede decir de Dios mediante la Razón. A veces es la Razón iluminada por la Fe la que plantea intuiciones o conclusiones y comprueba si la Razón es capaz de ellas. También así se ve cuál es el terreno y el alcance tanto de la Razón como de la Fe.
Aristóteles alcanza a pensar un ente con atributos de Motor Inmóvil y, creo que también, de Causa Incausada.
No sé a ciencia cierta si mediante la Filosofía se puede saber algo a cerca de la dinamicidad de Dios.
Pero por FE, por Revelación, sabemos (creemos) que Dios es Trino y entre las tres personas divinas se establecen unas relaciones o procesiones intratrinitarias. Por ahí tengo un post que hablo un poco de esto.
Por tanto llegamos a un Dios dinámico y lo inmutable es su dinamicidad. Y esto se asocia a que su naturaleza sea el Amor: "Dios es Amor", como enuncia S. Juan en su Evangelio; y quien ama conoce a Dios.

Igual que Sto. Tomás se inspiró en lo que dice Dios de sí mismo a Moisés, "Yo soy el que soy", haciendo así una filosofía del Ser a partir de Aristóteles, el Filósofo, también podríamos hacer una filosofía del Amor inspirándonos en las palabras de S. Juan. El Amor como noción fundante de la Realidad.

Si sabemos o consideramos a Dios sin tiempo ni espacio (es decir, trascendente), al crear, en Él no hay un antes ni un después, ya que ese inicio del espacio y del tiempo no están en Él. Él está en un continuo presente.
Date cuenta que la lógica llega a este punto aunque no podemos hacernos cargo de cómo es así.
El solucionar esta cuestión se deriva de seguir considerando a Dios como lo estábamos considerando: trascendente y más allá de nuestras capacidades comprensivas, insertos como estamos en el espacio y en el tiempo, con materialidad.
De ahí que, como se dice, aunque el conocimiento de la existencia de Dios es un conocimiento natural, mediante la razón especulativa no lo abarca. Y es quien ama quien conoce a Dios, conoce su nombre y su rostro. Pero esto es terreno de la espiritualidad cristiana.

2 comentarios:

  1. Que bueno el Greco, y este en concreto:
    explica muchas cosas mejor que muchos "logicos".

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  2. Así es. Es el Arte de los artistas.

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