a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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martes, 26 de julio de 2011

La nube del no saber │ cap. 45

Algunos errores que deben evitarse.

Una advertencia, sin embargo. Es posible que el discípulo joven se engañe a causa de su inexperiencia e inmadurez espiritual. A no ser que sea consciente de su situación, posea la gracia para abandonar lo que hace y se deje aconsejar con humildad, puede verse destruido físicamente y alimentar espiritualmente ideas fantásticas. Y ello por un comportamiento orgulloso, materialista y curioso en exceso.

Podría ser muy bien que se engañara de la manera que voy a describir. Un joven que se inicia en la escuela de la devoción, ya sea hombre o mujer, escucha un día que alguien habla acerca de esta aflicción y este deseo ardiente, de cómo un hombre eleva su corazón hacia Dios y anhela sentir constantemente su amor. De inmediato, su torpe mente no entiende estas palabras en el sentido espiritual buscado sino en un sentido físico y material, de manera que abusa de manera escandalosa de las emociones naturales de su corazón. Puesto que carece de la gracia y está lleno de orgullo y curiosidad, agota el sistema nervioso con esfuerzos ignorantes, propios de un animal, y luego cae con rapidez en una especie de sopor físico y espiritual. Esto provoca que se aparte de la vida interior y busque falsas y vanas comodidades físicas en el exterior, en apariencia para solazar el cuerpo y el alma. O, si no le sucede tal cosa, provoca que sienta una incandescencia antinatural dentro de sí a causa del abuso al que somete el cuerpo y la fingida espiritualidad -y la merece, a causa de la cerrilidad espiritual y la irritación física provocada por un pretendido trabajo espiritual que en realidad es físico-, o un fervor espurio engendrado por el maligno, su enemigo espiritual, a través de su orgullo, materialismo y escarceos espirituales.

Aun así, tal vez imagine que se trata del fuego del amor, encendido y avivado por la gracia y bondad del Espíritu Santo. Hay que reconocer que son muchos los males que brotan de esta falsedad; muchas las hipocresías, herejías y errores. En la escuela del diablo, la falsa sabiduría sigue en línea recta al conocimiento engañoso, al igual que el conocimiento verdadero sigue a la experiencia verdadera en la escuela de Dios. Por eso, créeme si te digo que el demonio tiene a sus contemplativos como Dios tiene a los suyos.

Este falso conocimiento y estas experiencias seductoras y engañosas tienen tantas variedades distintas y sorprendentes como estados y temperamentos permitan experimentarlos. También las tienen el conocimiento y la experiencia verdaderos de quienes se salvarán. Sin embargo, no quiero exponerte aquí más engaños espirituales que los que creo que pueden amenazarte en alguna ocasión si tienes la intención de convertirte en contemplativo, pues ¿en qué te ayudaría conocer cómo se descarrían algunos clérigos y laicos de condición diferente a la tuya? Sin duda, en nada. Por tanto, no te contaré más que las cosas que te sucederán si emprendes esta tarea, para que puedas estar en guardia si te asaltan por el camino.

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