a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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viernes, 22 de julio de 2011

La nube del no saber │ cap. 42

Solo de esta manera, y no otra, el hombre puede llegar a tener verdadera prudencia en todo.

Quizá te preguntas cómo vas a regular con el debido cuidado la comida, la bebida, el sueño, y así sucesivamente. Mi respuesta es breve: "¡Toma lo que venga!". Ocúpate de estas cosas sin interrupción día tras día, no les prestes atención y al final sabrás muy bien, con verdadero discernimiento, cuando empezar y detenerte en todo. No puedo creer que un alma que se dedique con completo abandono a esta tarea de manera permanente, día y noche, cometa errores en los asuntos mundanos. Si eso sucede, pertenecerá al tipo de almas que siempre se equivocan.

En consecuencia, si soy capaz de prestar una atención entusiasta y enérgica a la actividad espiritual del interior de mi alma, podré ver con relativa indiferencia la comida, la bebida, el sueño, la conversación y todo lo demás. Prefiero adquirir el discernimiento apropiado en estos asuntos a través de semejante indiferencia que estar obligado a prestarles una atención detallada, teniendo cada vez que sopesar con gran cuidado los pros y los contras. En realidad, nunca conseguiría adquirir el discernimiento apropiado por este camino, pese a todo lo que pudiera decir o hacer. La experiencia enseña, digan lo que quieran. Por tanto, eleva tu corazón con este ciego arrebato de amor y considera ora el "pecado", ora a "Dios". Dios, al que quieres tener; el pecado, del que quieres librarte. En el momento que lo sepas todo del pecado y Dios te falte, el buen Dios te ayudará, pues será en ese momento que tendrás necesidad de Él.

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