a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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martes, 14 de abril de 2009

Del reciente terremoto en Italia y el Dios de los ateos



El debate entre ateos y creyentes es eterno. Nadie por debatir ha cambiado de opción.

Ambos usan conceptos que, aunque se representen en la escritura con el mismo símbolo, cada cual está a distinto nivel.
Por ejemplo, me parece que la consciencia persiste aunque se esté anestesiado, dormido o en coma; y distinta es la consciencia de estar despierto y en plenas facultades mentales. Es curioso ver como un ateo se enreda por esta cuestión.

Sobre Dios se pueden decir muchas cosas y, entre otras, se puede hablar de cuál no es su modus operandi.

Cuando un creyente, yo mismo, lee a un ateo en un debate, con argumentos, contra argumentos y refutaciones, tiene la impresión que no han entendido la idea de Dios del creyente y que mezclan cosas que tienen poca relación. Y a mi modo de ver, que no sé si es compartido, los ateos acaban siendo un tanto repetitivos y cansinos. Ya que son ellos quienes interpelan en primer lugar el discurso de un creyente (muy comprensible pues debido a la falta de comprensión "se llevan las manos a la cabeza", como se dice). Eso no es óbice para que el creyente, como cualquier persona, yerre y diga incongruencias. Entonces nos llevamos las manos a la cabeza todos.

No voy a ordenar ideas. Permíteme decir, eso sí, algo de Dios.
De Dios se dice que está en todas partes. Los creyentes lo afirmamos y lo tenemos como verdad. Pero Dios es trascendente y también se podría decir que Dios no está en ningún lugar. De hecho su mano no se ve. Me explico: ningún milagro es algo contundente e irrefutable que fuerce la conversión a la creencia; es más, los creyentes afirmamos que los milagros no son motivos de Fe (ni siquiera la Sábana Santa que todavía no se sabe como fue “pintada”).
Y sin embargo, para necedad y escándalo de los ateos, creemos (al menos los católicos) en un milagro el cual para los ojos y para cualquier instrumental científico no ocurre nada: la Eucaristía.

El asunto no es si "Dios sí" o "Dios no", entre ateos y creyentes. Si los ateos achacan a Dios la permisividad de accidentes, enfermedades, dolores y sufrimientos, no están argumentando la inexistencia de Dios, sino que reniegan de tal Dios. Si su argumentación fuera coherente, en relación al núcleo de su ateísmo, deberían renegar de la misma Materia, del mismo Cosmos, de la misma Naturaleza del planeta Tierra e, incluso, de su propia misma corporeidad.

Los creyentes pueden ofrecer una visión falsa o distorsionada de Dios. Pero el Dios que los ateos creen que creemos los creyentes no existe. Por tanto, difícilmente se puede llegar a buen puerto con un debate en el que metemos a Dios por medio.

Como en el Dios de los ateos nadie cree, los ateos intelectualmente honestos no buscarían los cinco pies al gato ni se detendrían en tantas consideraciones estériles y superfluas.

2 comentarios:

  1. Querido hermano en la no-lucidez:

    El debatir si que me ha llevado a cambiar de opciones. Seguramente que, discutiendo contra alguien, lo que se busca es la auto-afirmación, y lo que se obtiene es reciproco.
    Eso es cansino y repetitivo. Sí.

    Debatir con uno mismo, o con los co-rreligionarios propios y projimos ( o ...¿con Dios? ), es más arriesgado para las convicciones.

    Pongo unos ejemplos.
    Sobre la consciencia, Dios, el Milagro.
    Un amigo, religioso cabal hasta la santidad ( no cristiano, pero eso es lo de menos), me pregunto una vez si quería ver a Dios.
    Solíamos usar el lenguaje religioso para entender las fes que no lo son a simple vista.
    La nuestra era la del deber de defender una determinada Idea contra unos determinados Males (tampoco importa cuales; moral, justicia, dignidad, catacumbas, es igual: conceptos sagrados y humanos, como los de algunos profetas).

    Decía que compartió conmigo un alimento sutil para acercarse a un Algo grande.
    Nuestros cuerpos y nuestros cerebros son, entre otras, quimica.
    En el entusiasmo, en la empatía, en la superación del yo, en la aceptación, en esas cosas del alma, hay bases quimicas.
    Y en la fauna y la flora esta esa misma quimica, no acabamos de entender si hay un porque y cual (las opiniones son varias).

    Muchas religiones han usado eso.

    En comuniones.

    Así que sí, el Milagro que me parece más comprensible y más racional es justamente la Eucaristía.
    Dios puede estar en cualquier substancia, y el accidente ser solo eso, accidente.

    Y la consciencia, con anestesico veterinario y los remedios que Dios nos dió, puede ser más grande de lo que uno puede querer.
    La mistica y la tradición nos habla de la inefabilidad, del ver a Dios cara a cara, y de una serie de ideas que dejan de ser imagenes o metaforas, a veces.
    Tampoco hace falta comer nada, claro y por supuesto.
    Estos ejercicios, tal como esta el tema, estan demasiado cerca del coma. pero, curiosamente, están muy lejos del "estar dormido".

    Lo del sufrimiento y el dolor en esta breve vida es un no-argumento para valorar la justicia divina.
    Pero que un ateo crea que ese tipo de Dios no es justo ni bueno, no significa que niegue la existencia del cosmos. El cosmos no es una persona, para poder ser bueno o justo.

    Un ateo que quiera ser intelectual y humanamente honesto, valorará la posibilidad de la Existencia, en base a lo que cada religión diga que son sus creencias sobre ella.
    Pero los ateos tambien pueden ofrecer argumentos distorsionados de su opinion.
    Y enredarse.

    A mi los ateos que me han gustado son los que no refutan las religiones que no les hacen, y no las que les gusta inventarse. Y podemos decir lo mismo de la otra parte. Vigas y pajas, en todos los ojos.

    Me enredo. Pero no me parece esteril ni superfluo.

    Buscandole los cienpies al gato:
    supongo que soy catolico. Mayormente, de rito. Cristiano, no.
    Son conceptos que están en distintos niveles.

    Pero, como dijo Aquel, no mires los pecados de los ateos, sino su Fe, y concedamonos la paz y la unidad.
    Amen.








    regalo una vez unos polvos quimicos

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  2. Que buen comentario!
    Veo que eres un buen conversador y espero estar al nivel.

    En esta vida siempre estaremos de camino hacia el conocimiento de la Verdad junto con todos.

    Evidentemente cada cual tenemos nuestras vigas y nuestras pajas. Si se puede llamar crítica, verás en distintos posts críticas a creyentes y a ateos, que son en el fondo críticas a mí mismo.

    En este post intentaba hacer referencia al monotema y al monoargumento de los ateos: "tu Dios es malo" y "la ciencia p'arriba la ciencia p'abajo". Es un lenguaje muy plano y limitado. Así, prácticamente no es posible escuchar.

    Los creyentes generalmente entramos al trapo con sus contrargumentaciones, cuando realmente la comprensión de la Realidad, la aceptación y el realismo no pasa por ahí.

    El dolor nos resulta un misterio, una cruz oscura imposible de cargar. Los creyentes, los católicos, comprendemos la Cruz de Cristo, su Pasión y Muerte (permíteme generalizar). Y solo el misterio del Bien esclarece el misterio del mal.

    Y generalmente, según mi experiencia, los debates entre creyentes y ateos, estos últimos se detienen en su incomprensión de la existencia del mal existiendo un Dios.
    Y digo yo, es una opinión, que si Dios no les "bloqueara" veríamos que tanto unos como otros somos igualmente humanos, similares.

    Saludos.

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