- que el sábado sea señor del hombre en vez de que el hombre sea señor del sábado,
- que la lógica del capital someta al hombre en vez de que el hombre ponga al capital a su servicio; es decir, cuando el propio falso se sirve del capital, en verdad está siendo servil a un tirano,
- que la verdad que se le presenta al falso yo condicione al amor en vez de que el amor (tal como nos amamos, sin doble rasero, ni doble verdad) sea el generador de toda verdad,
- poner en valor al mal porque parece que provoca la actuación del bien en vez de poner en valor el bien ya que tiene vida propia no condicionada al mal (poner en valor a Caín y a Judas Iscariote, presentándolos como seres genuinos y con personalidad propia; o inventarse un personaje, Lilith, como paradigma de independencia),
- situar a Dios fuera de uno mismo en vez de reconocerlo dentro; y así,
- todo lo que sea enajenante como el fenómeno ovni, los fenómenos paranormales, la superchería, la magia y la supertición, jugar al despiste sentando al anticristo en la Sede de Pedro, el sensacionalismo con eso de los Iluminati,
- conformar una inteligencia cósmica foránea que supuestamente se hizo presente en las culturas más antiguas para no tomar como verdad que la naturaleza humana es común a todos los hombres de todas las épocas y lugares.
a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone
La Misión BS, E. Morricone
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sábado, 13 de septiembre de 2014
Inversiones de la Realidad y la función profética
Por
CrC
Women's studies Vimos como el pecado original supuso una fractura de la Razón, surgiendo la razón del falso yo. Con la fractura del yo, surgió el falso yo y con él su razón. Con la fractura de la Ley, surgió otra ley. Y que el mal solo es atentar contra la Creación incluida la propia en cuanto que somos también seres creados. El falso yo, con su razón y lógica, cuajó y se instaló en nosotros al comer el fruto de la ciencia del bien y del mal, al atentar contra la Creación ante el atractivo de una supuesta sabiduría divina. Seguramente atentando contra la propia Naturaleza, mutilando el Corazón, nuestra relación con la Realidad, para comer de ese árbol. A partir de ahí, el falso yo se alimenta pretendiendo alcanzar una entidad y una felicidad que nunca puede tener, a costa de esclavizar a la Realidad para su provecho. A partir de ahí, soberbia que paradógicamente lo esclaviza a sus falsas soluciones y lo hace dependiente de: idolatrías, los bienes materiales, el placer, el dinero, la educación cortesana y versallesca, el lujo, la exquisitez, el cuerpo, la estética por la estética, la gnosis en vez de la verdadera contemplación, esquilmar los recursos naturales, la muerte de los demás (eugenesia, exterminio, limpieza étnica o ideológica, eutanasia, aborto, degradación, discriminación, abuso, mercadeo y trata), el poder sobre los demás con la ciencia, el saber y la información,... Dependiente de todo lo que oculte y enmascare su dolor por su realidad inconsistente. No hay lucha del bien contra el mal. De hecho, luchar contra el mal es mal. En cuanto nos separamos y dejamos de hacerle caso, se esfuma. Aunque reclame atención, puesto que nuestro Corazón está dañado: ante cada paso de nuestra sanación, nos ofrecerá sus falsas soluciones que son nuestras esclavitudes. Si no seguimos el Camino, nos autocompadecemos y, si queremos una salida, se nos presenta como única alternativa el invertir la Realidad sin tener presente las consecuencias. Invertir la Realidad es, por ejemplo, Inversión de la Realidad es también la lógica de los supraconceptos y la ideología institucional. Por ejemplo, las instituciones son impecables y, por tanto, irresponsables (incluida la Casa Real española), cuando las personas las utilizan para sus prácticas fraudulentas, ilegales, corruptas e inmorales. Paradigma de la ideología institucional es el discurso de María Dolores Cospedal con el PP. Y, no solo Cospedal, por lo visto, todos con todas las instituciones del Estado español. Para Cospedal, la contabilidad B del PP (la de Bárcenas) no es del PP. Lógico, verdad? Y Mariano dice que nadie "prodrá podrá probar" nada. Y que los ingresos ilícitos son extorsiones de manzanas podridas. Cuando todo se hace bajo el amparo institucional, por y para la misma institución. Otro ejemplo sería, hacer política pensando en instituciones como bancos, mercados financieros, grandes corporaciones, y por el interés de los partidos políticos en vez de poner la política al servicio de los ciudadanos. Y en otro terreno, la gregariedad adolescente en tribus urbanas institucionalizadas en busca de una identidad personal. Las instituciones eclesiales no se libran de la ideología institucional ni la Religión de su ideologización invisible. Es más, los partidos políticos las hacen su modelo. Por los supraconceptos se puede llegar a matar. Como son, además del Capital, el Proletariado, la Razón, la Religión, el ideal y la utopía (como sueña ahora el nacionalismo independentista), el poder y su estabilidad, el mismo ego, una marca, una raza como la aria,... Es toda conteptualización que se coloque por encima del hombre y a la que el hombre se deba. Sorprendentemente, en España al menos, muchas de estas inversiones de la Realidad se politizan y se catalogan como de derechas (pp-psoe), como neoliberal, y denunciarlas supone ser encasillado en la izquierda más radical y antisistema. Puede parecer muy anárquico pero todo esto no está negando la existencia de instituciones. Hace un tiempo, consideraba a la Ciencia como el anticristo puesto que sometía a las personas en virtud de su saber limitado, sobre todo viendo los frenopáticos antiguos y la experimentación supuestamente científica en los campos de concentración nazis. También pensé que la Economía era el anticristo puesto que se basa en una mentira: el mercado perfecto nunca se da y la necesidad de consumo no es constitutiva sino fruto de una estructuración social no solidaria. Luego pensé que el anticristo era la Política siempre imperfecta puesto que no regula los mercados y gobierna en pro de las corporaciones y de las instituciones que remarcan la insolidaridad social. Aunque se diga que crean riqueza, dan puestos de trabajo y, algunas de ellas, sean "caritativas". En todas las inversiones de la Realidad se puede ver la huella del padre de la mentira. El contemplativo lo ve con facilidad aunque, como ya se dijo, nada de lo contemplado es un conocimiento definitivo. Pero eso es ir desarrollando la función profética: tanto la contemplación de las inversiones de la Realidad como la sabiduría del Camino del Amor que también es la Razón del Corazón. Razón que es la originaria, genuina, auténtica y verdadera.
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