a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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lunes, 29 de junio de 2009

Rivers of Babylon by Boney M



A orillas de los ríos de Babilonia
estábamos sentados y llorábamos,
acordándonos de Sión;

en los álamos de la orilla
teníamos colgadas nuestras cítaras.

Allí nos pidieron
nuestros deportadores cánticos,
nuestros raptores alegría:
"¡Cantad para nosotros
un cantar de Sión!"

¿Cómo podríamos cantar
un canto de Yahveh
en una tierra extraña?

Qué bella es Babilonia! Obra magna del hombre con naturaleza asislvestrada y domesticada. Un edén deleite de los sentidos y vida exquisita.
Sin embargo, no es mi tierra. Soy extranjero cautivo en la orbe mítica. Cómo puedo estar alegre en tal plácido lugar? Cómo puedo ser feliz en este paraíso donde nada me falta? Cómo cantar las canciones de mi corazón a gente sorda, para su entretenimiento, a un público con el que media distancia, frialdad, indiferencia, soledad?
No podría. Se nublarían los ojos de lágrimas y se anudaría mi garganta. Abrazada la cítara, mi brazo sería incapaz de moverse. La cabeza baja ahogándome de pena.
Tengo mi corazón lejos. No siento la sangre cálida correr en mí. No puedo dialogar con él, no habla, no puedo escucharlo. No me acompaña en mi solitud. Mi interior es un desierto dentro de un oasis. Solo tengo su recuerdo y mi añoranza.
Dónde estás Dios mío? Estás llorando conmigo?

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